jueves, 10 de mayo de 2012








Y tú, ¿quién eres de la noche errante

aparición que pasas silenciosa,

cruzando los espacios ondulantes

tras los vapores de la nube acuosa?



Negra la tierra, triste el firmamento,

ciegos mis ojos sin tu luz estaban,
y suspirando entre el oscuro viento
tenebrosos espíritus vagaban.

yo te aguardaba, y cuando vi tus rojos
perfiles asomar con lenta calma,
como tu rayo descendió a mis ojos,
tierna alegría descendió a mi alma.

¿Y a mis ruegos acudes perezosa
cuando amoroso el corazón te ansía?
Ven a mí, suave luz, nocturna, hermosa
hija del cielo, ven: ¡por qué tardía!